@JoseMariaCamara
En el ocaso de su trayectoria profesional, Hernández Navarro nos sigue regalando esas obras que emanan unción, religiosidad y sencillez. Alejado de los focos, las prisas y las tensiones, el maestro de Los Ramos nos regala una nueva pieza que tiene como destino la Ermita de la Virgen de la Huerta, su joyero y uno de los mejores muestrarios de su arte.
San José, como muchas veces le he dicho al propio Hernández Navarro, es la mejor representación de santo que le sale, bajo mi punto de vista. Sus representaciones del Santo Patriarca tienen unas grafías, una unción y un estilo que hace que destaquen por encima de cualquier otra representación de santos, sin menospreciar, por supuesto, el resto de sus obras.
Desde que realizó en 2018 su último San José, con destino a Kenia, el maestro no había vuelto a representar al Santo Patriarca, sin embargo, una vez retirado, ha querido cumplir con un viejo anhelo personal y realizar un San José para que acompañe a la Madre de la Huerta y a la reina de su corazón, la Virgen de la Huerta.
