@JoseMariaCamara
Sé que estabas, yo sé que tú estabas en Ella; por eso, dos años no son nada si mi puerto es tú mirada y mi consuelo el sentirte cerca.
‘’Tenia cuatro añicos, ella nunca ha visto el Rosario, ella no sabe. Ya le he explicado el Rosario, el mes de octubre y todo eso ‘’ Esta es la transcripción, literal, de un audio que me mandó una madre, muy dormijosa ella, cuando octubre comenzó a despuntar en el rostro nacarado de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza. La realidad nos ha demostrado, una vez más, que el rito vuelve a brotar cada vez que la campana de un trono resuena en los corazones de los ciezanos.
Octubre se ha despedido hoy en la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza. Un mes donde, cada domingo, la titular de los Hijos de María ha recorrido, una a una, las diferentes parroquias de Cieza. Ha pasado demasiado tiempo sin que los cofrades del Jueves Santo por excelencia, el de mantilla, campanillas, candelería, Calle Mesones y verde esperanza pudieran ver a su Madre iluminada por el astro rey, el Sol.
Octubre volvió a desperezarse cuando la Virgen de los Hijos de María, como popularmente se le conoce, volvió a cruzar el dintel del Monasterio de la Inmaculada Concepción para, sobre su trono plateado, recordarnos tantas y tantas cosas que han pasado a lo largo de estos dos años de espera y dolor. Muchos tuvimos clavado en el pecho la espada del recuerdo de quien, desde pequeño, nos inculcó la ancestral tradición del Santo Rosario; otras personas caminaron poniendo en Ella la esperanza de una pronto recuperación para quien, cada noche, la arropa en la cama.
